Aunque está enfocado en la comunicación en el matrimonio, me parece muy interesante el planteamiento de este libro.
Habla de que existen cinco lenguajes con sus diferentes dialectos cada uno, es decir, variantes para expresar devoción sincera.
Lo que me pareció más importante es entender que no todos percibimos, escuchamos y expresamos el amor de la misma forma y, si aprendemos a identificar cuál es mi propio lenguaje y cuál es el que tiene cada una de las personas a quienes les quiero expresar mi amor, será más fácil y más rica cada una de esas relaciones.
Partiendo de la frase con la que comienza el libro: “El amor comienza, o debe comenzar, en el hogar”, lo primero es ser sincera conmigo misma y aceptar que no siempre he sido efectiva comunicadora del amor en mi familia, que claro que puedo ser mejor en este aspecto porque busco ser feliz y que mis seres queridos sean felices. Puedo contribuir a esta felicidad cubriendo la necesidad de mi familia de sentirse amados, ya que esta “es una de las necesidades primarias del ser humano”.
Después debo entender que si quiero comunicar ese amor, en lugar de querer que los demás entiendan mi lenguaje, debo yo entender el lenguaje de los demás y hablarles como cada uno de ellos lo necesitan. Si tengo la disposición y la voluntad de hacer algo para mejorar la relación con mi familia, cosas buenas vendrán en cascada y podré enseñarles también a entender mi lenguaje.
Según Chapman, los cinco principales lenguajes del amor son:
- Palabras de afirmación
- Tiempo de calidad
- Recibir regalos
- Actos de servicio
- Toque físico
Me vienen a la cabeza algunas imágenes claras de ejemplos de cada uno, pero también tengo imágenes borrosas o mezcladas con las que me es difícil identificar qué lenguaje entenderán algunas personas. Es posible que coincida con alguien en el lenguaje que entendemos, es posible que intente todos los lenguajes con cada uno para cubrir un espectro más amplio o para asegurarme de cuál es más efectivo, pero sea cual sea el lenguaje, lo importante es decidir amar y decidir comunicar ese amor. Por lo que debo asegurarme de leer bien a mis seres queridos, tal vez hasta preguntarles directamente, para hablar en su mismo lenguaje, para que mis expresiones de amor tengan un impacto profundo.
Ojalá se den la oportunidad, no solo de leer el libro, sino de probar con cambios en sus hogares.
Gracias por leerme.
Gaby Tenorio
Fundadora Plenitud AM